Mi Otra Mirada…

Así sueña Lucena según Don Antonio Rafael García Oliveros, Pregonero de la Semana Santa de Lucena 2010…

Un día soñé, que Dios creaba Lucena, ya había creado el universo, el agua, la luz, el fuego, el hombre. Fue entonces cuando tomó en sus manos un valle pleno de sol, plantó amorosamente verdes olivos de paz, hizo brotar naranjos en flor y para regarlos proveyó abundante lluvia y removió con sus manos poderosas la tierra para que diese suficiente fruto.

Y de aquella llanura virgen surgió Lucena, y Lucena vio unos labios temblar, el pecho de una mujer que suspiraba a la Madre de Dios en su Mayor Dolor, cuajada de lágrimas, tesoro escondido, belleza que nunca se marchita porque espera día a día que, junto a su dolor elegante, descubramos en su rostro que el manantial de su llanto, más allá de todo encanto, es el río en que navega la nave de la indulgencia que lleva a Jesús.

A ese Jesús, Señor de Bondad, al que nadie puede quitar su Cruz, porque la Cruz que abraza es dolor, y en el dolor abraza, a todos los que se duelen.

Por eso Cristo de la Sangre, no hay quien te quite tu Cruz, porque es la Cruz verdadera, mantenida en la ciudad, siglo tras siglo, desde la oscuridad del invierno a su luz de primavera. Que nadie te quite tu Cruz, Cruz verdadera, que va sembrando verdades para el que se sincera ante Ti y desnudando su alma confiesa que no te encuentra. Memoria perdida en el tiempo, siempre clavado en la Cruz, en esa Cruz verdadera, que solo viendo tu muerte se sueña con la vida eterna. Toma Lucena, entre sueños, tu Cruz y te sigue, que no todo es primavera, que corren malos tiempos y hay que ayudar a retirar tantas y tantas cruces de la miseria. Pero nunca retirar tu Cruz, porque para Lucena, es la Cruz verdadera.

Y en aquel sueño, Lucena, recién creada, se estremeció al verte, y quiso situarse en el centro mismo de esa muchedumbre que te ama, para calmar el silencio atronador de sus pulsos. Y Lucena, que aún no sabía lo que pasa, porque todo pasa y hasta el tiempo se detiene a rezar, sintió esa sensación única que desabrocha el corazón y anuda la respiración mientras lentamente se desgarra el alma por las costuras y por los pliegues de la piel. Y un temblor sacudió la sangre de Lucena y enloqueció a su paso por las venas y se le nublaron los adentros ebrios de ti Señor de la Columna, pureza de nacimiento, transformación en madera de la Sagrada Forma.

Sueña con los píes desnudos del Divino Salvador en el Getsemaní Salesiano allá por la Calle María Auxiliadora con la Madre de la Piedad observando, lejana y cercana a la vez la infame causa del Prendimiento de su Divino Hijo que siempre seguirá recibiendo el beso fiel de su Córdoba cuando Cautivo y Rescatado en los Padres de Gracia, como cada viernes, con su mirada de humildad y su imponente figura vele los desvelos de su Ciudad porque para ello es el Dios de la Ciudad…pero todo tornará en Muerte, con el cráneo del hombre viejo a sus pies, el hombre de la nueva era derrama su Sangre para consuelo de nuestros Remedios, siempre acogiendo el fuego de nuestras Animas por San Lorenzo…sigue soñando amigo cofrade, sigue soñando…

El sueño continúa, aún no se despierta, es tiempo de la liturgia aprendida desde niños, es el tiempo de la visita a los templos y capillas, es tiempo de besar las manos y los píes de nuestros Dioses de Madera que nos conectan con el Supremo Ser, es hora de las sombras, es hora de estampitas, es hora de nostalgias, es hora de regazos dolientes, es hora de no ver el principio del final, es hora de reflejos, es hora de seguir soñando…

Pasó la primera semana de cuaresma…cada vez el sueño va llegando a su final, final que culminará cuando la Borriquita abra las puertas celestes de la ilusión de un Domingo de Ramos y Palmas allá por San Lorenzo a primerita hora de la mañana, cuando los niños, protagonistas no sólo de este día sino de toda la Semana porque cuando acaba el sueño y despertamos a la explosión de los sentidos cada Domingo de Ramos todos volvemos a ser niños, nuestra alma vuelve a ser un alma infantil con cada olor, cada gota de cera, cada levantá, cada redoble de tambor, cada adoquín de la ciudad,… todo nos transporta a nuestra infancia pero aún queda para despertar de este hermoso sueño llamado Cuaresma…El Primer Sábado nos dejó aromas de la Axerquia Cordobesa con el Siempre Dulce y Portentoso Señor de la Oración del Huerto que, por minimalistas rincones y cordobesísimas calles, presidió el Vía Crucis Oficial de todas las Cofradías de Córdoba, precioso y preciso vía crucis en todos los sentidos; Recogimiento, exquisito buen gusto, con un pueblo mas volcado que en otras ocasiones, tal vez las cosas se estén empezando a hacer como Dios manda… Pero pasó el Sábado y llegó el Magno Domingo primero de Cuaresma cuando Sevilla se disponía a celebrar el Vía Crucis Extraordinario con motivo del año de la Fe con las 14 Estaciones representadas con 14 pasos entre los cuales en la Séptima se intuía la cara Morena de un Dios Gitano cargando la Cruz de Nuestras Culpas pero tal vez el Señor no quiso Salir a la Calle pero repartió su Salud a raudales durante el desapacible día, un Señor Moreno que con sólo mirar a la cara ya perdona todos nuestros desvaríos y que siempre que uno se detiene en su dulce mirada y en sus manos que nos abraza no puede evitar quererlo para toda la vida, El fue el más bello sueño de esta primera semana de cuaresma y el que siempre vela los sueños de este que escribe…seguimos caminando hacia el principio del final de un sueño…